lunes, enero 05, 2009

Dios

como un rayo de luz se cuela en mi ventana, la mirada embustera de esos sueños los recuerdos cargados de nostalgia, la felicidad bailando toda, y tu metida en medio, busco las razones de la vida, la realidad confusa y un tal "dios" queriendo embaucarnos. Creemos haber descubierto a este ser sin siquiera haberlo cuestionado. nos mienten las palabras de ese libro santo, que ha sido cuidado con sangre derramada de muchos que creyeron haber descubierto la verdad, ¿que hay despues de todo?, solo el consuelo de haber dejado algo, pero el alma no se recicla, solo se disuelve en el universo vasto y bello. Descubrí la felicidad, el vaiben de las olas me lo a dicho, y el horizonte que se confunde con el mar, la felicidad es sentir que todo ha sido amado, ese gran misterio que los filosofos rodean consantemente y nunca encuentran, mas allá de a felicidad... un mundo lleno, pleno, sin temor a confusiones.
Sin querer descubrí a dios... mi dios, descubrí que se despierta diariamente tratando de encontrar respuestas, que vive buscando en otros ojos tu mirada, que a pesar de las dificultades ha sabido salir adelante, descubro a dios cuando miro al cielo y me pregunto si habrá alguien mas allá de esta galaxia, con un pensamiento como el mío, o cuando mi cerebro, se despista y enreda la realidad, despues de todo dios no existe, solo es parte de nuestra imaginacion, en el momento en que nos damos cuenta de eso y aceptamos que mas allá no hay nada, somos felices y navegamos con libertad por nuestra vida, quiero hacer un viaje, desaparecer del mundo por un rato, irme lejos en una montaña a vivir con el silencio y una foto tuya, ver el amanecer detras del cielo, y saber que despues de mi no hay realmente nada.