viernes, agosto 08, 2008

El conflicto del alma y el corazón

como una flor que nace un dia, llegamos a este mundo, buscando razones para sentir, para aferrarnos a las cosas. Sin saber el por qué, vivimos diciendo que seremos grandes, y tambien que amaremos. En el transcurso de los días meses y años, conocemos a los que estan mas cercanos a nosotros, esos que alguna vez y siempre, nos dieron la mano. Queremos que el tiempo, cuan traicionero avanza, no nos siga quitando la ropa, despojandonos, olvidandonos, y es que sin el latido de nuestro corazon todo vuelve a nada, ¿cuanto amamos para no despojarnos de los recuerdos?, al final lo unico que queda es eso, haber alguna vez existido para alguien, que nos hayan querido, y comprendido, pero llega un día en que nos despojamos del cuerpo, y tras el caminar de años dejamos atras lo mas hermoso de nuestras vidas, las histórias, esas que alguna vez dieron alegrías y tristezas, dejaron estampada una foto en la muralla, o en un artilugio de un buró.
Como una flor un dia, nos cortan de la planta, y nuestra alma empieza a avanzar, caminando mas rapido que el cuerpo, ya el ruido se convierte en silencio, el sol se opaca, y el final es inminente, pasan los días como milenios, y sentimos la realidad del momento, el sufrimiento es del alma mas que del cuerpo, de no querer abandonar a quienes amamos, pero sabemos, que las circunstancias son así, y tenemos que disponernos a volar, abandonar el cuerpo, y no estar.
debo decir que he amado, tanto como para dejar ir, ese es mi lema a diario, y es que nuestro corazon a veces se niega a aceptar, pero mi alma se resigna a la verdad, y la acepta. Es así como en el conflicto de mi corazon y mi alma nacen las lagrimas, para consolarme, para acariciarme la cara y decirme a diario que no he olvidado, solo dejado partir, para perpetuar el recuerdo y dejar un legado de histórias en la vida.

A mi abuelita, que alguna vez nació como flor y hoy renace como arcoiris...