Cuando uno tiende a escribir, nunca sabe lo que se va a crear, es un mar lleno de palabras que estan latentes, que ruegan que se saquen del envoltorio de la mente.
En tanto uno impregna de alma cada letra, trata de dejar mas allá de la vida nuestro ser, que ronda a diario en los relojes escondidos del tiempo.
Como un barco en mar de tinieblas, los sentimientos tambien se escapan de nuestra mente, y es que es tanto la libertad que pueden alcanzar, que tratan de esconderse en todas estas palabras, la verdad, es que son como seres iluminados llenos de vida, y aunque no existan realmente en la tierra, si existen en nuestras propias conciencias, por ejemplo, dentro nuestro esta el desconsuelo, que creo que es el peor de todos, es un maldito amigo diario que a mucho de nosotros nos confunde a ratos, tambien esta la tristeza, que es traicionera cuando quiere serlo, pero que tambien es una amante cautiva del amor, este en tanto, elitista por naturaleza, te hace mirar hacia el fondo de cada uno de estos sentimientos, y se supone que si el dice que si, le da entrada a todos los demas cautivos, la alegría en tanto, es una efimera amiga, amante a ratos del amor y por ultimo , la ironía se burla de cada uno de ellos.
Que trascendera entonces, que cosa quedará, quien desaparecerá, he tratado de encontrarle el punto de equilibrio a todo esto pero me quedo sin respuestas, a veces la libertad de nuestros deseos se funden en todas estas cosas, la incertidumbre, en tanto, se cuela en las palabras y nace la poesia para quedarse aquí en un rincon escrito.